Al que fue Primer Ministro del Reino Unido durante la II Guerra Mundial.Winston Churchill,se le puede atribuir el hecho de ser,además un excelente estadista que contribuyo a la derrota de la Alemania nazi,también el de ser una persona que sabe escuchar esa voz amiga y protectora,sin palabras ni sonidos,que tos hemos escuchado alguna vez...
Un día,en plena guerra contra la barbarie nazi,el mandatario británico,iba a subirse en su coche oficial,en el momento en que las bombas alemanas comenzaron a caer,por enésima vez,en Londres.
Churchill siempre entraba por la puerta derecha,detrás del conductor,tal como ocurre en los coches británicos.Pero ese día,se detuvo,dio la vuelta al coche y se metió por la puerta izquierda.Dirección hacia Downing Street,cayó un proyectil de los bombardeos.La potencia de la explosión hizo que se levantara el coche por el lado derecho,por donde Churchill se sentaba siempre.
Pero ese día se sentó en el lado izquierdo.De haber estado en su lugar habitual,Churchill podría haber muerto o haber resultado gravemente herido,lo cual podría haber causado un gran estupor y desánimo entre los británicos que podría haber cambiado la historia en la lucha como la barbarie hitleriana.Podría haberse producido un estado de desánimo generalizado entre las tropas británicas que podrían haber llegado a un retraso en la derrota del monstruo de Hitler,alargando la guerra.
No sabemos nunca lo que podría haber pasado,pero cuando estas voces interiores nos dicen que no hagamos algo es por ayudarnos.Hablaré aquí de esas palabras interiores que nos advierten que no hagamos algo porque hay un peligro o bien para decirnos cual es el camino que debemos emprender.
Pero mientras,si Dios nos ha dado la capacidad de poder "escuchar" y "sentir",no desaprovechemos esa capacidad de nos ha regalado.Hagamos más caso a esa voces que se escuchan dentro.
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