DIOS NUNCA DUERME

Resulta increíble lo que voy a decir,pero aquellos que se dedican a hacer el bien lo dicen: Dios siempre les da aunque sea en el último momento,aquello que necesitan para ayudar al prójimo. Este fenómeno se da con especial intensidad entre los misioneros,que entre las más absolutas dificultades,siempre reciben aquello (alimentos,medicamentos,dinero,vacunas,etc...) que necesitan. Dios nunca duerme,esa es la realidad.

Un ejemplo es el siguiente: El cardenal Tarsicio Tonini,un día lo telefoneó el arzobispo de Cithaga en Burudi para pedir ayuda en la construcción de una clínica de maternidad en Citaga,donde la mortalidad infantil y materna era muy grande. El cardenal Tonini no sabía de donde sacar el dinero,ya que en Vaticano siempre ay dinero,pero para otras cosas. Pero al día siguiente llegó una mujer cuya hija había fallecido y le dio el dinero de la venta de la casa de su hija. El cardenal utilizó el dinero para que sirviese para la construcción de la nueva maternidad,donde la mortalidad maternoinfantil bajó espectacularmente y multitud de mujeres y niños dejaron de morir,por falta de medios.

Está claro que Dios envió a esa mujer,que había perdido a su hija,con ese dinero para la construcción de esa clínica de maternidad. Si,Dios se ocupa hasta de los niños y las mujeres de un rincón perdido del Africa Austral,lejos de todo y de todos. Cuando hacemos el bien o queremos hacerlo,Dios nunca
duerme.

AYUDA EN MEDIO DE LA NADA

El Padre Donato Jiménez cuenta siempre con agradecimiento
el caso que le ocurrió a él y a su hermano gemelo, ambos agustinos
recoletos, en su viaje de regreso a Lima desde las alturas de 3,000
m. de Huaraz, en el Perú, en julio de 1990. Escribe textualmente:
“Pasada la laguna de Conococha, íbamos iniciando el descenso por
la interminable carretera, cuando se nos fue echando una niebla tan
espesa que nos era imposible marchar ni siquiera a la mínima
velocidad. Estábamos prácticamente envueltos en una masa blanca
y tupida que no sabíamos por donde íbamos. Jamás he visto niebla
tan densa. No podíamos ver la orilla ni menos el precipicio... Se
acercaba la noche y no podíamos avanzar. Debíamos quedarnos en
el coche hasta la mañana siguiente con la esperanza de que la
niebla desapareciese. Avanzar o quedar aparcados al filo de la
carretera, era temerario. Además, estaba el miedo a ser asaltados o
muertos por terroristas, que causaban entonces una sicosis general.
 Pasaron largos ratos sin hablar, rezando, particularmente, a
nuestro ángel de la guarda con todo el fervor de que éramos
capaces. La situación la percibimos como muy grave. No sabíamos
qué hacer. Ese día no habíamos visto a nadie por la carretera
desde que salimos. De pronto, un coche nos da alcance con cierta
rapidez y se pone delante de nosotros como a tres metros, y
despacio, muy despacio, como adivinando nuestra situación, trata
de darnos algo de reflejo con los pilotos traseros y, a obligado paso
lento, va como tirando de nosotros. No sabíamos de qué se trataba.
A lentísimo paso, fuimos avanzando por varias horas hasta
acercarnos a Pativilca, sobre la costa, donde ya no había niebla. Allí
se detuvo el coche, que había sido nuestro ángel.
 No podíamos creerlo. Llorando de emoción y agradecimiento,
nos abrazamos a un señor taxista, se llamaba José, buen
conocedor del trayecto, que desde Huaraz venía a Lima y, al 45
vernos, se dijo: Éstos no son de aquí y no conocen la carretera.
Iba con sus pasajeros y, naturalmente, con ansia de llegar pronto a
Lima. Pero él y los pasajeros tuvieron el gesto, la virtud y el gozo de
una obra buena. Esto lo hizo nuestro ángel de la guarda y así lo
reconocimos y lo agradeceremos siempre. En la homilía del
domingo comentamos este hecho para agradecer con toda la
asamblea al buen taxista y a nuestro siempre fiel ángel guardián.
La deuda es decírselo a todos en gozosa y pública acción de
gracias”

EL BAUL DE ABRAHAM

Abraham Lincoln fue el Presidente de los Estados Unidos que tuvo que enfrentarse a la Guerra de Secesión,provocada por los Estados calvinistas y esclavistas del Sur,que se negaban a acatar la enmienda contitucionalq en que se prohibía la esclavitud.Lincoln fue clave para que millones afroamericanos dejasen de ser esclavos de sus sádicos amos sureños,a los que veían como animales.

Pero Lincoln llegó a ser Presidente a pesar de que no nació precisamente en el entorno más adecuado para llegar a ser una figura clave en la Historia.Lincoln nació en un área rural del Illinois y su destino era ser granjero,como lo era su padre.Pero el joven Lincoln no quería ese destino,quería un camino propio para el,pero no sabía cual podía ser.

Un día se encontró con un buhonero que le propuso venderle por un dólar un baúl lleno de cacharros viejos.Al principio,el joven Lincoln dudó,pero lo que parecía altamente improbable ocurrió.Le compró al buhonero ese baúl.

En su casa,Lincoln echó una ojeada a los inútiles contenidos del baúl.Había cubiertos,vasos y platos viejos y rotos.Pero debajo de todo,había unos libros de derecho.El joven Abraham echó un vistazo y tras leerlos decidió cual era su camino: el derecho y la política.Millones de personas recuperaron la libertad y una nación no se decidió en un norte con ciudadanos libres y un sur donde podía haber esclavos.

La mano de Dios,cuando viene en forma de inspiración de comprar un inútil baúl,puede llevar esa energía a muchas más personas.

EN EL UMBRAL DE LA MUERTE

Se han escrito muchos libros donde se habla de cientos de personas que, a lo largo del mundo, han tenido experiencias en los umbrales de la muerte. Personas, que han sido dadas clínicamente por muertas, y que han tenido experiencias maravillosas, cercanas a la muerte, que después las han contado al regresar a la vida.Estas experiencias son tan reales que les hacen cambiar de vida.

En muchos casos, ven guías espirituales, seres de luz, que suelen identificar con los ángeles. Veamos algunas de estas experiencias. Ralph Wilkerson cuenta su caso, que fue publicado en el libro"Regreso del más allá". Estaba trabajando en las canteras y tuvo un grave accidente, quedando con un brazo y el cuello rotos. Perdió la conciencia y, al despertar al día siguiente, totalmente recuperado y curado inexplicablemente, le dice a la enfermera: "Esta noche he visto una luz intensísima en mi habitación y un ángel ha estado conmigo toda la noche".

 Arvin Gibson en su libro "Chispazos de eternidad" narra el caso de Ann, una niña de nueve años que tenía principio de leucemia, y una noche ve a una señora bellísima, llena de luz, que parecía de cristal puro y que inundaba todo de luz. Le preguntó quién era y le respondió que era su ángel guardián. Y la llevó "a un mundo nuevo, donde se respiraba amor, paz y alegría". Al regresar, los médicos no encontraron ninguna señal de leucemia.

EL BUSCADOR DE ÁNGELES


El periodista francés Pierre Jovanovic
cuenta su propia experiencia:

"Una tarde de enero de 1988 me encontraba en Fremont (USA). Yo
y una amiga habíamos subido a un coche alquilado y nos dirigíamos
por la autopista 101 a San Francisco. Todo parecía completamente
normal y tranquilo. El sol resplandecía y como yo no manejaba el
coche, estaba observando los grandes camiones que pasaban...
Cuando, de repente, sin reflexionar, me eché bruscamente a la
izquierda. Un segundo después, una bala atravesaba el parabrisas
y fue a dar exactamente donde yo había estado, a la derecha.
Hablando de este caso con algunos compañeros, descubrí que no
era yo solo a quien había sucedido algo parecido. Otros colegas,
periodistas o fotógrafos, me contaron casos inexplicables en los que
habían sido salvados de la muerte".

 Él lo atribuyó a su ángel de la guarda y, por eso, comenzó una
investigación, viajando por todo el mundo para conocer todo lo que
pudiera sobre este tema, escribiendo su libro "Encuesta sobre los
ángeles custodios", donde cuenta interesantes testimonios, que
alientan nuestra fe en su ayuda y protección.