LAS INVESTIGACIONES DE C.H. LEADBEATER

Charles Webster Leadbeater (1854-1934) fue un escritor británico,vinculado al movimiento neorreligioso teosófico. Este movimiento,dirigido por Helena Blavatsky desde Nueva York tuvo una excepcional importancia por su aportación al fin del sectarismo religioso que había existido hasta entinces,

La teosofía era movimiento filosófico-religioso-espiritual mezcla de cristianismo,hinduísmo,judaísmo y budismo,y fue el germen en pleno siglo XIX de los actuales movimientos,que datan de los últimos años del siglo XX de los movimientos Nueva Era entre los que se incluyen el estudio de las experiencias angélicas sin el dogmatismo de los religiones institucionalizadas.

Leadbeater fue,pues el precursor del estudio serio de la existencia de los ángeles protectores que están a nuestro lado,a través, no de una fe irracional y ciega,sino a través de las experiencias de la gente. El fruto fue su libro ,en el que se incluyen casos ocurridos en Londres y alrededores en pleno siglo XIX,lo que muestra lo lógico,y es que estas experiencias han existido siempre.

Leadbeater habla de varios casos,los cuales voy a exponer aqíi:

Un caso de milagrosa protección a niños ocurrió en las riberas del Támesis, cerca de . Esta vez el peligro no provenía del agua. Tres pequeñuelos que vivían en el pueblo de Shottesbrook , fueron a dar un paseo con su aya por la margen del remolque. De pronto, en una revuelta se les echó encima un caballo que remolcaba una lancha y en la confusión del atropello dos de los niños se adelantaron hacia el lado izquierdo de la soga y tropezando en ella cayeron al río. El barquillero, al percatarse del accidente, se abalanzó con intento de salvarlos, pero asombrado vid que como por milagro flotaban sobre el agua, moviéndose suavemente hacia la orilla. Esto fue lo que el barquillero y el aya presenciaron; pero los niños refirieron acordemente que “un hermoso joven de resplandeciente blancura” había estado junto a ellos en el agua, sosteniéndolos y guiándolos hacia la orilla. La hija del barquillero, que a los gritos del aya acudió desde su choza, dijo en corroboración del relato de los niños, que también ella había visto como «una hermosa señora» los conducía hacia la orilla.

Es imposible no asegurar qué una especie de protector intervino,bajo la forma,esta vez, (como ocurre en infinidad de ocasiones) de "hermosa señora".

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